Esta es la mejor forma de limpiar tu piel
¿Tienes dudas sobre qué productos has de utilizar para limpiar tu piel y de qué manera?
Te respondo a todo eso en este post…
El paso de limpieza es un imprescindible en la rutina de cualquiera que quiera tener una piel sana y bonita. De hecho, muchas infecciones cutáneas pueden agravarse si no se eliminan de la superficie los residuos que excreta nuestra piel y los que se depositan a lo largo del día; ¿sabías que existe una asociación estadística entre la densidad del ácaro Demodex y la rosácea? Otras patologías como el acné Vulgaris también pueden verse afectadas.
Por ello, lo más importante es que tengas el hábito diario de limpiarla cuando te levantas por la mañana y antes de dormir. Y no vale sólo con el agua, ya que ésta no tiene la capacidad de barrer muchas partículas. Es en este punto donde se nos plantean muchas dudas al respecto, pues la información que nos llega de todas las fuentes disponibles en internet a veces es demasiada y diversa. ¿Qué producto me compro? ¿Cuántos he de utilizar? ¿En qué orden? ¿Sirven todos para mi tipo de piel? ¿Cuanto más caro, mejor?
A continuación, te doy unas pautas que te despejarán muchas de esas interrogantes. Y recuerda: lo más importante es desarrollar el hábito y la constancia. Además, ¡a veces la clave está en simplificar!
El primer paso es el desmaquillado. Puedes utilizar discos empapados en agua micelar o desmaquillante para arrastrar el maquillaje de los ojos o los labios; o utilizar aceites limpiadores que arrastran muy bien los maquillajes (si no estás maquillada, como por ejemplo en la mañana, no es necesario que hagas este paso).
Ahora, lo correcto es hacer la limpieza utilizando otro producto en todo el rostro emulsionándolo y trabajándolo para barrer la suciedad en su totalidad. Estos productos pueden ser en varias texturas: gel, leche o espuma. Los geles y espumas suelen tener menor carga lipídica y ser más ligeros, por lo que son ideales para pieles más grasas. Mientras que las leches limpiadores suelen tener ingredientes más emolientes y suavizantes, con lo que son perfectas para pieles más alípicas o sensibles. En cualquier caso, lo importante es que sientas sensación cómoda en la piel al utilizarlo, así que a veces lo mejor es variar y probar diferentes productos hasta llegar al que nos guste.
Después de enjuagar con agua y secar tu piel, aplica el tónico. Puedes poner unas gotas en tu mano, o pulverizarlo para no desperdiciarlo. Los tónicos (o lociones) también son un paso imprescindible para la correcta humectación de la piel, así que es importante que siempre uses uno después de los tensioactivos.
Llegados a este punto, se presentan ciertas incógnitas sobre cómo realizar los dos pasos anteriores. Así que te las voy a responder:
Lo necesario para una piel limpia no pasa por tener mil productos en el armario. Es mejor tener sólo un limpiador de alta calidad y exactamente adecuado a nuestra piel que tener muchos de baja calidad e ineficaces en nuestro caso. Así que, ¡simplifica!
El aceite se funde con el aceite.
Por eso, los limpiadores en textura aceite eliminan muy bien los productos de maquillaje (que tienen su base en aceites). Úsalo como primer paso si te maquillas a diario para una limpieza exhaustiva y eliminar muy bien hasta el más resistente.
Por otro lado, los limpiadores con base acuosa (como son las leches, geles o espumas) siempre serán mejor opción porque a nivel formulativo permiten la adición de otros activos interesantes, como los exfoliantes, lo que conlleva un doble beneficio.
Sí… cuando se necesita. La doble limpieza nace de la necesidad de barrer de una manera altamente efectiva toda la suciedad y restos de maquillaje al final del día. Si necesitas hacerla para dejar la piel en perfectas condiciones antes de tu rutina nocturna, hazla. Si no lo necesitas (pongamos porque no usas maquillaje en exceso), no te compliques. Y ten en cuenta, que hacer doble limpieza significa hacer dos veces la limpieza con tensioactivos, por lo que puedes hacerlo con sólo un producto. No han de ser dos diferentes. En la mayoría de los casos, hacerlo con dos distintos sería una elección, no una necesidad.
Si cuando usas un limpiador notas sequedad, tirantez, descamación, picor o cualquier otro síntoma desagradable, puede ser por dos motivos:
Así que, si este es tu caso, no desesperes y dejes de limpiar tu piel. Siempre hay opciones.
La calidad y el precio del producto no siempre van de la mano. Obviamente, los productos bien formulados, con ingredientes de calidad y respaldados por investigaciones tienen cierto coste que se refleja lícitamente en su precio. Pero no olvides que esto es una industria, y como todas las industrias, está pensada para ganar dinero. Así pues, muchas veces pagamos más por el nombre que lleva por fuera nuestro producto, que por lo que hay dentro.
Los limpiadores en forma de pastilla también son una opción cada vez más popular. Suelen ser muy económicos y, si están bien formulados, por lo general son menos agresivos con nuestra piel. ¿Has contemplado utilizarlos?
Recuerda: lo más importante es desarrollar el hábito y la constancia. ¡Además de simplificar!
¡Ahora ya sabes cómo tienes que preparar tu piel y dejarla en perfectas condiciones para los demás pasos de tu rutina!
Lve
VB